sábado, 14 de mayo de 2011

Soldados de papel...son niños del miedo

Jóvenes en crimen, indicador de descomposición social
Verónica de la Luz

Que los niños y jóvenes vayan a las filas del crimen organizado representa un mayor indicador de descomposición social que la migración ilegal porque ambas acciones son para obtener dinero pero el crimen implica destrucción.

Esta es la visión de la representante del Sistema de Protección Integral de Save the Children México, Araceli Borja Pérez, quien considera que los niños involucrados en actividades como el narcotráfico o el secuestro, son el reflejo de la falta de oportunidades.

Además de los niños en extrema pobreza, los siete millones de mexicanos que ni estudian ni trabajan (ninis) también son susceptibles a la adhesión al crimen organizado, dice la activista: “niños que no tienen estudio ni trabajan están en riesgo de entrar en un contexto de narcotráfico”.

No hay estadísticas oficiales pero la Red por los Derechos de la Infancia (Redim) calcula que 30 mil niños y adolescentes fueron cooptados por estas redes de ilegalidad.

Por eso –dice Araceli Borja- la sociedad civil y el gobierno federal están haciendo mesas interinstitucionales y protocolos de seguridad para niños en peligro de ser llamados al crimen. Intervienen en el proyecto las Secretarías de Gobernación (SEGOB), Seguridad Pública (SSP), de Defensa Nacional (SEDENA) y de Marina (SEMAR); así como la fundación de origen español Save the Children.

La Organización No Gubernamental (ONG) considera que sólo la unión de toda la sociedad hará posible prevenir el problema; sin embargo está consciente que las autoridades de los tres niveles de gobierno deben proponer, dar oportunidades de educación y empleo con salarios dignos.

Preparación académica y un trabajo que alcance para satisfacer las necesidades básicas, refiere la activista, son la base para que las familias recompongan el tejido social a nivel comunitario porque “se están perdiendo muchos valores. Hay que empezar a fortalecer a las comunidades”.

No tiene cifras a la mano pero –dice- en San Mateo Ozolco, la comunidad donde fue entrevistada por Imagen Poblana, es evidente la situación de pobreza que viven las familias.
Save the Children México trabaja en 15 estados de la República. Su labor es preventiva y busca a través de la intervención en espacios educativos, prevenir la violencia, explotación infantil, analfabetismo y desnutrición.

“Creo que hay una agenda que estamos poniendo en la mesa donde debe haber más escuela, más oportunidades, mayor acceso a los servicios salud y educación para toda la comunidad. Como en Ozolco, la fundación busca atender a las familias, prevenir enfermedades de piel (…) Estamos  haciendo sinergia con el gobierno federal”.

Considera que el énfasis en la prevención es la mejor tarea para terminar con los niños y jóvenes en el narco, vinculados con robos, secuestros, extorsión, contrabando o trata de personas. No por ello, deslinda a las autoridades de su responsabilidad en creación de empleos.

Borja Pérez, que convive a diario con niños, sabe que quienes van al crimen organizado están consientes de que van a sufrir o a morir, pero prefieren unos minutos de felicidad que toda una vida de miseria.

Dice que los valores y la cultura hacen falta, mucha falta a los niños y jóvenes, para que puedan ver más horizontes.

Concluye que en México, la sociedad y las autoridades deben dar el ejemplo y no dar clases de valores. No navegar con una bandera de gestión sin actuar.


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